La falta de acceso a un puesto de trabajo es una de las consecuencias más graves para la sociedad de la actual crisis económica. Una situación que se agrava todavía más en personas con algún tipo de riesgo de exclusión. Propiciar la inclusión social de estas personas a través del empleo fue el objetivo principal de la I jornada de Formación para el compromiso organizada por Fundación Novaterra el pasado 26 de febrero de 2011, a la que asistieron un centenar de personas.

 

I Jornada de Formación para el Compromiso

En palabras de Andrés Aganzo, Sociólogo y técnico del Servicio de Estudios e Investigaciones de Cáritas Española, y encargado de inaugurar la jornada, “jamás en la historia de la humanidad había habido tantos bienes y, sin embargo, en medio de la excedencia asistimos a una de las mayores crisis alimentarias”. “Nos enfrentamos no a un problema de carencias sino a un problema ético y de justicia de reorientar esa riqueza en un mundo rico.” Una pobreza que va en aumento en los países más ricos del mundo, también en España, y que ve su expresión más crítica en el paro y la dificultad de ciertos colectivos para acceder al trabajo. Un trabajo que para Aganzo, “es la clave de la autonomía de las personas en riesgo de exclusión”.

 

Fernando Marhuenda, profesor de Educación Social en la Universidad de Valencia, explicó las líneas generales de la actividad de Novaterra: desde la acogida, pasando por la formación y el itinerario laboral, hasta la creación propia de empresas de inserción. Marhuenda puso el énfasis en el papel que juega Novaterra tratando de mejorar la empleabilidad de estos colectivos, pensando en las necesidades del mercado laboral y preparando a las personas para ello, siendo, según el ponente, “como un faro que permite dar luz a su camino, pero que nunca es el punto de destino, sino una etapa de tránsito. Acompañamiento con autonomía, esa es la clave”. 

 

Pero más allá de la reflexión teórica en torno a esta cuestión, el objetivo de la jornada fue “ofrecer una propuesta para la acción a empresas y particulares”, en palabras de Francisco Cobacho, Presidente de Novaterra, “mostrar que no es verdad que no se pueda hacer nada”. En este sentido, Christian Mecca, Gerente de Novaterra, presentó diversas iniciativas empresariales de inserción social promovidas desde la Fundación y que van desde el catering sostenible a la mensajería con inclusión social. Este es el caso de Port-mail, empresa de servicios de mensajería y paquetería que desde 1999 ofrece un servicio con un alto grado de calidad y proximidad al cliente, empleando en su plantilla a un 90% de personas en riesgo de exclusión social. Otra opción que tienen las empresas de contribuir al empleo de las personas que más dificultades tienen es a través del servicio de Contraste Catering Sostenible, donde además de una oportunidad de empleo para estas personas se ofrecen productos de comercio justo y agricultura ecológica de la más elevada calidad. Este también es el caso de SomPresents Regalos Responsables, que ofrece desde cestas navideñas formadas con estos productos a todo tipo de regalos promocionales elaborados por centros especiales de empleo.

 

En definitiva, desde el voluntariado, la contratación directa o de los servicios y productos de estas empresas, particulares, empresas y Administraciones Públicas, tienen diversas opciones de contribuir a la creación de empleo, que para estas personas es “mucho más que un empleo”.

 

La elección de estas personas y servicios supone a su vez para los contratantes un modo de integrar estas acciones y decisiones de compra  en sus respectivas estrategias de responsabilidad social a través de la contratación responsable de sus proveedores o de la integración de clausulas sociales en los pliegos de contratación de las administraciones.

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