La XIV edición de NOVA_Talks “Sostenibilidad e impacto social en las empresas digitales” organizado por Fundación Novaterra y Lapromotora, con el apoyo de Caixa Popular, puso sobre la mesa un desafío urgente: cómo lograr que la innovación tecnológica genere, al mismo tiempo, bienestar social y sostenibilidad ambiental.
Los ponentes coincidieron en un mensaje central: el progreso digital carece de sentido si no contribuye a mejorar la vida de las personas y el equilibrio del planeta. Las empresas del siglo XXI no solo deben ser competitivas, sino también responsables, transparentes y solidarias.
Durante el encuentro, Cristóbal Miralles Insa, catedrático de la UPV y director de la Fundación CEDAT, destacó el papel de la universidad en la construcción de un ecosistema de emprendimiento con propósito. «Desde la Cátedra del Sistema Públic Valencià de Serveis Socials reorientamos el ecosistema del emprendimiento sostenible que congrega innovación, compromiso social y respeto por el entorno», explicó Miralles. Y añadió: «A nuestros estudiantes les mostramos prácticas inspiradoras que son clave en esta transformación hacia modelos más éticos y responsables. Desde la universidad impulsamos una formación que combine tecnología, sostenibilidad y propósito.”
Por su parte, Francisco Merino Garrido, técnico de proyectos en FEVECTA y especialista en economía social, invitó a mirar la otra cara del desarrollo digital. “Celebro los avances de la inteligencia artificial, pero debemos ser conscientes de su impacto ambiental y energético, muchas veces invisibilizado,” advirtió. Merino Garrido insistió en que “toda innovación debe ir acompañada de una reflexión sobre su huella social y medioambiental. Generar impacto positivo significa también cohesión y solidaridad, construyendo una sociedad más consciente y sostenible.”
Desde el ámbito empresarial, Leticia Mateo García, fundadora de DomuxPRO, puso en valor la transparencia tecnológica en el sector inmobiliario. «Cuando vas a comprar una vivienda, la información técnica detallada puede marcar la diferencia entre una decisión segura o un riesgo encubierto,» señaló. «Nuestro compromiso es inspeccionar cada defecto, estimar costes reales y entregar informes comprensibles para el comprador. Solo así aseguramos que la inversión inmobiliaria sea transparente, justa y minimice sorpresas posteriores.”
En línea con esto, Pablo Valverde, cofundador y CMO de Crowmie, subrayó el poder de la tecnología para democratizar la sostenibilidad. “Las empresas tenemos la responsabilidad de impulsar un cambio real hacia una economía más sostenible y accesible,” afirmó Valverde. “En Crowmie creemos que la tecnología puede democratizar la inversión y acercar la energía verde a toda la sociedad. Nuestra misión es demostrar que la rentabilidad y el impacto positivo pueden avanzar juntos.”
En el debate, moderado por Amparo Cervantes, periodista y CEO de Aletreo, los expertos señalaron que la sostenibilidad no es un complemento del progreso digital, sino su condición indispensable. Cada innovación, cada emprendimiento y cada decisión empresarial deben medirse no solo por su rendimiento económico, sino por su capacidad de generar impacto social, cohesión y equilibrio con el entorno. Solo así, como coincidieron los ponentes, la transformación digital será realmente humana.